La propuesta de Alemania y Francia para salvar el euro escondía una extraordinaria noticia para la banca española: después de Grecia, el sector privado no tendrá que cargar con más quitas. El impacto para las entidades españolas se traduciría en unas menores provisiones de 4.800 millones, cantidad que iban a destinar a provisionar el 2 por ciento de la deuda soberana que tenían en su cartera.
MUCHASCASAS.NET.-DANIELLA MONTENEGRO.-La decisión supone un soplo de aire fresco para entidades de toda Europa a la vez que obliga a la Autoridad Bancaria a revisar los parámetros en los que sustenta sus exigencias de capital a la banca. En el caso de haber prosperado una quita de referencia del mercado (ese 2%), las cinco grandes entidades españolas tendrían que afrontar unas provisiones de 4.838 millones de euros, según los cálculos que hizo este periódico en octubre. Una cifra que tras el pacto entre la canciller alemana, AngelaMerkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, se diluiríacomo un azucarillo.
Pero el acuerdo también beneficiaría al resto de la gran banca europea y, en especial, a la francesa y alemana. En el caso de los primeros sólo BNPP aribas y Credit Agricole eludirían un impacto que se cifraba en el escenario original de 6.241millones de euros. Mientras que en el caso germano, la devaluación para el Deutsche y el Commerzbank sería de 4.354millones.
Del éxito del acuerdo entre Merkel y Sarkozy dependerá que, finalmente, los grandes bancos europeos se libren provisionar por las quitas de deuda soberana en torno a los 22.000 millones de euros. Pese a que el alivio es importante también hay que tener en cuenta el impacto en cuanto esfuerzo de capital derivado de la exigencia de Bruselas de elevar hasta el 9 por ciento de solvencia (medida como Core Tier1).
Según los datos de las entidades a cierre de 2010, con los que la Autoridad Bancaria elaboró los últimos test de estrés, las cinco grandes entidades presentarían unas necesidades de capital extra de 7.130 millones de euros. A través de esa foto fija, la Caixa era la única entidad que cumpliría con el nuevo ratio de solvencia exigido, gracias a sus convertibles, mientras que a lo largo de las últimas semanas los dos mayores, BBVA y el Santander, han ido desarrollando operaciones para ir cubriendo los 5.500 millones de capital extra que se habían detectado, al igual que los 850millones de nuevo capital que necesitaba Bankia.
La revisión que, finalmente, haga la EBA podría modificar este escenario. Y parece que ya van por ese camino. Según informó ayer Bloomberg citando dos fuentes cercanas a la negociación, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea estaría analizando la posibilidad de que las acciones y otros tipos de deuda corporativa formen parte de los "activos de máxima calidad" que se toman en consideración para medir la ratio de liquidez de la banca. La norma fija a los bancos tener una cantidad mínima de activos considerados líquidos, con relación al tamaño de su balance.
En su versión actual, en estos activos de máxima calidad entran, básicamente, el efectivo y la deuda soberana. Sin embargo, la suspensión de pagos de facto de Grecia, en la que los bancos han asumido de forma "voluntaria" una quita del 50 por ciento sobre los bonos del país, y el contagio de la crisis a la deuda soberana periférica de la zona euro han llevado a los reguladores bancarios a replantearse el papel de estos activos en la liquidez de la banca.
En los últimos meses, el valor de los bonos de países como España e Italia han caído en picado en el mercado secundario, mientras la rentabilidad se ha disparado, en respuesta a la percepción de los inversores sobre el riesgo que conllevan. Los expertos consultados por Bloomberg ven que desde el punto de vista de la banca es lógico que el peso de la deuda soberana se reduzca para el cálculo de la liquidez.
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