REDACCIÓN.- Los bonos convertibles de BBVA no van a pasar desapercibidos para el accionista, que verá mermado de alguna forma el beneficio por acción. La entidad anunció el pasado jueves que va a realizar una emisión de hasta 2.000 millones de euros, en la que quien quiera acudir tendrá que prestar al banco como mínimo 3.000 euros.
A cambio, tendrá una rentabilidad anual del 5% durante cinco ejercicios y en la conversión recibirá sus 3.000 euros en acciones de la entidad. BBVA (BBVA.MC
tiene la posibilidad de amortizar esta colocación cuando quiera, a partir del primer año. Y aquí llega el problema para el accionista.
Ampliación de 2.000 millones
REDACCIÓN.- Como el inversor recibe títulos, BBVA hará una ampliación de capital de 2.000 millones de euros para satisfacer a sus bonistas, lo que diluirá a los accionistas de ese momento. Aunque todavía se desconoce el precio de conversión, a los niveles actuales -12,05 euros por acción- tiene un impacto del 4,4%.
El precio de los bonos será el valor medio que tenga el título los cinco días previos al momento de conversión. En el peor de los casos, si la acción cotizase a 4,5 euros -el precio mínimo al que se va a convertir-, el accionista sufrirá una dilución del 11,89%. En el mejor de los escenarios tendría un impacto de 1,06%, ya que BBVA ha asegurado que como máximo los canjeará a 50 euros por acción.
No obstante, este impacto puede ser pausado en el tiempo, porque BBVA se ha guardado el derecho a amortizar cuando lo considere oportuno, por lo que no tiene por qué hacerlo todo a la misma vez.
Estos mismos días se comercializan las convertibles de Popular (POP.MCTodavía está por conocer el impacto que tendrían los bonos en su cotización, porque no está aprobado el folleto. La entidad va a realizar una emisión entre 500 millones y 700 millones, pero no se sabe si la conversión se hará con acciones nuevas o con títulos que la entidad tenga en autocartera. Si es con acciones nuevas, a los precios actuales tendría una dilución entre el 5 y el 7%.
¿Por cuál decidirse?
Si sólo se tiene en cuenta la rentabilidad del cupón de la emisión de convertibles de BBVA y no la evolución en bolsa, la rentabilidad para el bonista podría alcanzar el 20 por ciento en los cuatro primeros años. No obstante, según la rentabilidad por dividendo que ofrece BBVA y las previsiones que prevé el consenso de mercado para los próximos ejercicios, el accionista lograría un 16,56% acumulado si la acción se mantuviese al mismo nivel que ahora -12,05 euros-.
Así, el rendimiento del bono sería un 20,77% más interesante que el del dividendo. El banco ha asegurado que la idea de este producto es preservar el patrimonio del bonista. De hecho, éstos sufren pérdidas en su patrimonio en dos casos: si el precio de conversión es inferior al de las acciones en el momento de la entrega efectiva y a la cotización de las mismas, ya que el emisor tiene un máximo de 30 días desde la fecha de conversión y solicitar la admisión en el mercado. También podría perder parte de su patrimonio si la acción de BBVA tuviese un valor inferior a los 4,5 euros, ya que éste es el precio mínimo de conversión. En los últimos diez años, BBVA no ha cotizado por debajo de este nivel.
En el caso de Popular, el bonista va a tener el riesgo de mercado permanente, ya que el precio de conversión se conoce por adelantado. La entidad ha dicho que el precio del bono será el valor medio de la acción en los días que estipule la entidad en el folleto de colocación. Por ejemplo, si la acción está a 6,93 euros, el precio de conversión será un 10% superior, es decir 7,6 euros.
Por tanto, si al vencimiento la acción está por encima de ese nivel, el bonista ganaría, pero si está por debajo, perdería parte de su patrimonio. Esta posibilidad de ganar o perder con el mercado es mucho más limitada en BBVA, porque sólo depende de la cotización los días de la conversión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario