sábado, 24 de noviembre de 2012

Los empresarios gallegos que invirtieron en Novagalicia amenazan con demandar al Banco de España


D.M..

Antes de finales de mes se concretará el nuevo rescate de Novagalicia, que necesita 7.196 millones para cumplir con el escenario más adverso contemplado por la auditoría de Oliver Wyman, y todo parece indicar que los empresarios gallegos que en su día acudieron al llamamiento del presidente del banco, José María Castellano, perderán sus inversiones, lo que ha causado no poco malestar entre este colectivo, que prepara acciones legales contra el FROB.

En diciembre del año pasado, gran parte del empresariado gallego invirtió en Novagalicia Banco a instancias del presidente de la entidad, José María Castellano, en lo que se suponía una primera fase de un plan que culminaría con la entrada de grandes inversores internacionales.

Diez meses después, el proyecto se ha ido por completo al traste, y según publica La Voz de Galicia, los inversores gallegos se sienten engañados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que pagaron 70,4 millones de euros. El engaño lo basan en que en el momento de la fusión de la entidad las cuentas no estaban claras, como muestra el hecho de que la entidad requiera ahora otra inversión multimillonaria a través de ayudas públicas.

Laopinioncoruña.es va más allá y señala que un despacho de abogados trabaja ya en la redacción de una demanda contra el FROB apoyado en un informe jurídico que aprecia base suficiente para fundamentar una demanda en los tribunales por una supuesta ocultación de información.

En este entorno de descontento, ayer mismo Novagalicia comunicó a la CNMV la dimisión de Roberto Tojeiro Rodríguez como consejero del banco, aduciendo “motivos personales”. Como hijo del ya fallecido Roberto Tojeiro Díaz, empresario fundador del grupo Gadisa, Tojeiro Rodríguez forma parte de una de las familias influyentes del empresariado gallego y fue uno de los que acudieron al llamamiento de Castellano.

En total, os empresarios gallegos se sumaron en diciembre del año pasado al proyecto con una inversión de 70,4 millones que les permitió hacerse con el 2,59% del capital de Novagalicia, que apenas dos meses antes había recibido del FROB 2.465 millones de euros.

Finalmente, 17 empresarios acudieron a la operación, entre los que destaca Manuel Jove, que invirtió a través de su sociedad Inveravante. También se encuentran entre los accionistas San José, Copasa, Coren, Gadisa, la firma lucense de transportes Azkar, Hijos de J. Rivera (fabricantes de la cerveza Estrella de Galicia), los astilleros Rodman, la conservera de Boiro Jealsa Rianxeira, Hierros Añón, Climagal (calefacción y aire acondicionado), la sociedad coruñesa de informática e innovación Igalux Innova, Inversora Gallega de Cable y Egasa, la compañía propietaria de la mitad del Casino de A Toxa.

Novagalicia no comunicó el importe de estas inversiones, como tampoco las que realizaron a título personal su presidente, José María Castellano, y su consejero delegado, César González Bueno.

La gran ausencia, la de Amancio Ortega, que aunque se había rumoreado su presencia, al final no invirtió en el banco. De hecho, los destinos de Ortega y Castellano siguen separados seis años después del enfrentamiento que ambos empresarios gallegos mantuvieron con motivo de la fallida compra de Unión Fenosa. Castellano, que durante casi veinte años fue la mano derecha de Amancio Ortega en Inditex, abandonó el gigante textil tras el fracaso de esta operación, y hoy en día es presidente del banco de la caja gallega.

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