Primero
concedieron hipotecas abusivas. Luego desahuciaron, se quedaron con los pisos y
continuaron reclamando una deuda criminal. Con la entrada en vigor de la nueva
ley de alquiler (LAU) se anteponen de nuevo los intereses de los nuevos
propietarios, los bancos, por encima del derecho a una vivienda digna de la
ciudadanía.
Reproducimos
el comunicado emitido por el Observatori DESC al que
nos adherimos desde la PAH.
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