MUCHASCASAS.NET.-A.RICO.-El hecho de que, hoy en día, no todo el mundo pueda acceder a la compra de una vivienda ha supuesto que muchos se decanten por otras opciones como la reforma de la actual. Cambiar las ventanas, ampliar el espacio, sustituir la vieja caldera por una más eficiente, o insonorizar la casa son pequeñas obras que, ahora más que nunca, pueden salirte a cuenta gracias a las ayudas a la rehabilitación del Gobierno. Infórmate aquí. Como ya sabemos, una de las medidas, propuesta por el Gobierno central, junto con los autonómicos, para intentar paliar la crisis es el plan de ayudas a la rehabilitación de viviendas y edificios, que, además, supone una deducción extraordinaria del IRPF del 10%. Sin duda, un buen empujón para aquellos que están pensando en poner su casa al día.
Los ejes estratégicos de este plan pasan por la mejora de las condiciones mínimas de superficie útil, distribución interior y calidades técnicas en general; la optimización de la eficiencia energética de las viviendas, la seguridad de las mismas y el fomento del uso de energías renovables; así como la supresión de las barreras arquitectónicas para las viviendas de personas con movilidad reducida.
Si bien las condiciones varían en mayor o menor medida, según la comunidad en la que se sitúa la vivienda, los principios fundamentales respecto a la realización de las obras, para que estas puedan acogerse a las subvenciones y posterior desgravación, son similares para todas. Las reformas deben tener alguna o varias de las siguientes finalidades: 1. Aquellas obras que tengan por objeto mejorar la habitabilidad de la vivienda
Se trata de aquellas reformas de distribución de espacios interiores, que proporcionan a la vivienda condiciones necesarias de superficies y programa, especialmente en cuanto a servicios sanitarios y cocina, iluminación natural y ventilación interior. También aquellas que supongan una ampliación del espacio habitable hasta los 120 m2 útiles. En definitiva, las obras que ayuden a alcanzar las condiciones suficientes de seguridad estructural o constructiva, así como de estanqueidad al agua o posibles humedades.
2. Las que busquen el aislamiento térmico y acústico del hogar
Se trata de aquellas obras que suponen una mejora del aislamiento térmico, para evitar las fugas de calor o frío, que suponen una mayor demanda de energía. Estas obras consisten en la sustitución de carpinterías y acristalamiento de los huecos. También se refiere a obras de mejora de las condiciones acústicas de la vivienda, para adaptarla a las normativas vigentes
3. Las que tengan como objetivo optimizar las instalaciones de suministros de la misma
Son obras de renovación y adaptación a la normativa de las instalaciones de electricidad, agua, gas, saneamiento y fontanería. Así como aquellas que mejoran la extracción de humos y ventilación, y los sistemas de calefacción, atendiendo a criterios de eficiencia energética y seguridad.
4. Las que tengan por objeto el ahorro de energía en la vivienda y la protección medioambiental, así como el desarrollo sostenible
Son aquellas obras que consisten en la instalación de sistemas de ahorro energético a través de energías renovables, como pueden ser las placas solares u otros sistemas energéticos emergentes como la Biomasa, sistemas que fomentan el ahorro energético y suponen una reducción de la emisión de CO2. 5. Aquellas que mejoren la accesibilidad para personas con movilidad reducida
Son aquellas obras que se realizan para facilitar la adaptación de la vivienda a personas con movilidad reducida como minusválidos o mayores de 65 años. En este caso, la reforma abarca desde la creación de un itinerario practicable, la adaptación de los sanitarios y la cocina a sus necesidades, hasta la supresión de barreras arquitectónicas para lograr la adaptación de la vivienda al tipo de discapacidad del usuario.
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